10 noviembre 2009

Los ingenieros de montes son hoy más ingenieros ambientales que forestales

visto en instituto de la ingeniería de España


30/04/2009
Cristina de Pedro Martín

Con motivo de la elaboración de la publicación “Informe de la Ingeniería 2009”, el IIE organiza una serie de “Jornadas de Presentación de las diferentes Ramas de la Ingeniería a la Sociedad” que se iniciaron ayer en un acto dedicado a la ingeniería de montes.

La ingeniería de Montes es una disciplina antigua, de las primeras en España. Nace como consecuencia de la Ilustración, para satisfacer la necesidad de crear un cuerpo técnico que se encargara de la gestión de los montes. Además de la falta de materias primas, se comienzan a observar los desastres naturales. Carlos del Álamo Jiménez, decano y presidente del Colegio y la Asociación de Ingenieros de Montes, repasó la historia de esta disciplina, recordando que fue en los años 70 cuando comienza la preocupación por la sostenibilidad y aparecen nuevos cometidos para esta rama. “Se mantiene su núcleo central y se adapta a las nuevas preocupaciones sociales. El monte es nuestro origen, pero no el único destino. Hoy los ingenieros de Montes tienen más posibilidades que en el siglo XIX. El cambio climático es un problema para los ingenieros porque para eso hemos sido entrenados”. Del Álamo aseguró que existen más de 6.000 profesionales en España y demandó “capacidad de integración y trabajo en equipo, además de la formación académica”.

Ingeniería de Montes y sociedad

Dentro del bloque “Presencia e influencia de la Ingeniería de Montes en la sociedad”, el IIE contó con la presencia de Jesús Casas Grande, director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Casas aseguró que todo ingeniero tiene una responsabilidad pública, trabaje o no en la Administración porque “estamos formados para el servicio público”. El director general cree que los ingenieros de montes han sabido responder al movimiento conservacionista, que ofrecía una cierta confrontación con lo que se venía haciendo en el ámbito forestal, gracias a la interiorización de criterios. “Hoy, los ingenieros de Montes somos menos gestores de montes y más gestores de territorio”, concluyó

Por su parte, Diego Cuasante Corral, director de Ingeniería y Medio Ambiente de Blom España, recordó en la misma línea de Casas que hoy “somos más ingenieros ambientales que forestales”, gracias a la unión de conocimientos sobre naturaleza e ingeniería, que “nos da un gran juego de cintura para llevar a cabo cualquier actividad ambiental”. Cuasante insistió en que en el ámbito de la consultoría, se llevan a cabo ordenaciones territoriales o documentos de planificaciones forestales, entre otras muchas iniciativas, “pero la nueva sociedad urbana demanda cosas nuevas. Ha reaparecido en el monte el recurso de la biomasa forestal o el efecto sumidero de carbono de los bosques. Ambos suponen un nuevo valor para nuestros montes”.

El director de Ingeniería y Medio Ambiente de Blom España cree que el reflejo de la sociedad llega hasta los propios documentos de planificación forestal, al demandar poder participar en las decisiones tomadas y exigir garantías de que los productos provienen de una gestión forestal sostenible. Cuasante dedicó los últimos minutos de su intervención a las nuevas tecnologías, concretamente a LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging, en sus siglas en inglés). La actual sociedad de la información y la tecnología demanda datos cada vez más precisos y con más detalles, lo que obliga en cierto modo a hacer lo mismo en las estimaciones y medidas realizadas por los consultores en materia forestal. Por eso, aseguró Cuasante, “estamos usando la tecnología LIDAR, un elemento cartográfico que consiste en un láser no visible que escanea el territorio desde un avión”. Captura los elementos con una precisión centimétrica y elabora modelos digitales del terreno de altísima precisión, entre las muchas capacidades que tiene, por lo que “ha revolucionado las técnicas de consultoría forestal”.

Le llegó el turno a Rafael Ceballos Jiménez, vicedecano del Colegio de Ingenieros de Montes, quien quiso recordar que nuestro consumo de papel está muy lejos del de otros países como Estados Unidos, Holanda o Bélgica, aunque es cierto que en los últimos años el ritmo está subiendo. En cuanto a la madera, la tendencia hacia la construcción con esta materia prima la hace más competitiva en precio, “el volumen de obras con maderas está muy lejos de la de otros países, aunque, como en el caso del papel, el crecimiento es absoluto”. Por último, Ceballos afirmó que “cuando las cosas salen bien, se felicita al buen tiempo, pero detrás siempre están los ingenieros forestales”.

Al acto también acudió Carolina Rodríguez Rodríguez, representante nacional en el Comité de Medio Ambiente del VII Programa Marco de I+D, quien puso de relieve que la innovación tecnológica está al final de un ciclo de investigación y desarrollo tecnológico que comienza en una idea y termina en un producto. Rodríguez explicó que en el contexto de la actual coyuntura económica la Comisión pretende convertir a Europa en el ingeniero medioambiental del mundo, “existe un interés político por promover la innovación a toda costa en esta crisis”. Para concluir, Rodríguez aseguró que dentro del Plan Nacional de I+D ha habido un aumento significativo de proyectos de biodiversidad, clima, tecnología y una disminución de las iniciativas energéticas.

Ingeniería integrada

En el apartado “Acción integrada de la ingeniería”, el siguiente conferenciante fue Miguel Soriano Moyano, director técnico de Thaler, empresa perteneciente al grupo ACS. El ingeniero explicó a los presentes uno de los proyectos de mayor envergadura en los que ha participado, la carretera que une Venezuela con Ecuador y que atraviesa Colombia y demandó una presencia más activa de los ingenieros de montes en el territorio al asegurar que “nuestro sector tiene la capacidad técnica para dirigir y coordinar equipos multidisciplinares en relación con la gestión del territorio”. Por su parte, Fernando Nicolás Dueñas, socio y director de Expertos Forestales Agrupados, hizo hincapié en los amplios proyectos de ingeniería de montes en el mundo y en los nuevos campos en los que deben desempeñar su trabajo. Durante los años 90, gracias a la deslocalización industrial de las grandes empresas escandinavas y estadounidenses, han proliferado amplios proyectos forestales, entre los que destacó los ubicados en Brasil y en el Sudeste Asiático. En cuanto a las nuevas oportunidades, el director de Expertos Forestales Agrupados puso el énfasis en aquellos relacionados con la biomasa, el ciclo del agua y del carbono y los mercados voluntarios del CO2.

Ingeniería y tendencias

El último bloque de conferencias, “Ingeniería y Tecnologías. Tendencias”, estuvo protagonizado por José María Rábade Blanco, director adjunto de Asuntos Medioambientales de Tragsatec, y Carlos García Delgado, responsable de Energía y Medio Ambiente de la Corporación Tecnológica de Andalucía. Rábade inauguró este apartado con una cita de Jeffrey Sachs, el economista y asesor especial de la ONU: “Nadie preparó en realidad a la humanidad ni a la Tierra para lo que sucedería a partir de 1800”. El representante de Tragsatec afirmó que los seres humanos nos estamos apropiando de los recursos del planeta de una manera peligrosa. La producción mundial hasta el año 2050 alcanzará los 400 billones de dólares, para lo que se necesitará una gran extracción de recursos naturales, “¿seremos capaces de hacerlo?”, se preguntaba. En 40 años, el 60% de la población será urbana, lo que planteará nuevos retos a la ingeniería de Montes, “¿seremos capaces?”, se volvía a cuestionar. Por esa época vivirán en la Tierra 9.000 millones de seres humanos, un 40% más de los que somos hoy, por lo que el impacto medioambiental se multiplicará por seis. “La única solución es invertir en tecnologías e innovación”, asegura Rábade, parafraseando al economista Ehrlich Holdren. Para concluir, invitó a todos los ingenieros de Montes a “cambiar el chip” para hacer frente a todos estos retos y adaptarse a la nueva situación del futuro. “Proteger la naturaleza contra el desarrollo, es que lo que hemos hecho durante el siglo XX está bien, pero la vieja política de conservación de la naturaleza no tiene futuro, lo que sí tiene es invertir en la nueva política conservacionista”.

Para cerrar la jornada de presentación de esta rama de la ingeniería, Carlos García Delgado, responsable de Energía y Medio Ambiente de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) hizo un repaso por las principales líneas de actuación de esta fundación privada y destacó el carácter multidisciplinar de la ingeniería de Montes. CTA tiene en cartera multitud de proyectos de I+D, entre los que destacó aquellos relacionados con los sumideros de CO2, selvicultura del carbono, combustión avanzada de biomasa agroforestal y gasificación de cultivos energéticos.

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