29 diciembre 2011

Interrelación planta ganado: Mejora de la vegetación de sotobosque mediante el pastoreo con cabras domésticas

visto en sostenibilidad.us.es


La prestigiosa revista ‘Journal of Vegetations Science’ ha dedicado la portada del mes de diciembre a un proyecto de la Universidad de Sevilla sobre mejora de la vegetación de sotobosque mediante el pastoreo con cabras domésticas.

El proyecto, que llevan a cabo desde 2007 los investigadores del departamento de Biología Vegetal y Ecología Juan Manuel Mancilla-Leytón, Rocía Fernández-Alés y Ángel Martín Vicente, permite entender la interacción “planta-animal” mediante la evolución de la vegetación y el estudio del pastoreo del ganado.

El pastoreo, además de disminuir muy significativamente la biomasa de matorral con la consiguiente disminución del riesgo de incendios, ha redundado en la mejora de pastos con el consiguiente aumento de alimento disponible para herbívoros silvestres, que en este caso es el conejo (Oryctolagus cuniculus), alimento de especies tan importantes como el Lince ibérico (Lynx pardinus), el Águila imperial (Aquila adalberti) y el Búho real (Bubo bubo), que crían en el área de estudio.

Asimismo el pastoreo ha contribuido con la conservación de una especie vegetal en peligro de extinción como es Thymus albicans.

El estudio enfoca su análisis en el efecto del pastoreo sobre la germinación de semillas: A pesar de que las cabras han consumido flores y frutos de matorral mediterráneo durante miles de años, poco se sabe de su papel como depredadores de semillas o dispersores de semillas y, por lo tanto, en su impacto sobre la persistencia de arbustos a largo plazo.

Se ha estudiado experimentalmente la respuesta a la ingestión de las semillas de cuatro especies de arbustos comunes mediterráneos:dos especies de frutos carnosos (Myrtus communis y Pistacia lentiscus) y dos especies de frutos secos (Cistus salvifolius y Halimium halimifolium). A seis cabras payoyas de similar tamaño y edad, confinadas en jaulas metabólicas, se les suministraron 1000 semillas de cada especie mezcladas con el alimento.

Tras la ingestión de las semillas, se procedió durante cuatro días a recoger las heces a intervalos de 24 horas (hasta 96 h). Los resultados muestran que la mayoría de las semillas de todas las especies se recuperaron entre 48 a 72 h tras la ingestión.

Menos del 30% de las semillas ingeridas fueron recuperadas, con diferencias significativas entre las especies. En el caso de P. lentiscus no se recuperaron semillas. El paso por el intestino de las cabras aumentó significativamente la germinación de semillas en C. salvifolius y H. halimifolium y disminuyó la de M. communis.

Las cabras se comportaron como depredadores de semillas de M. communis y P. lentiscus, que suelen ser dispersadas por las aves, y como dispersores de semillas de C. salvifolius y H. halimifolium.

Estos resultados deben de tenerse en cuenta al diseñar los planes de gestión con el fin de prevenir la invasión de matorrales en las zonas no deseadas, o también puede ser utilizado como una herramienta de gestión para la difusión de la vegetación arbustiva deseable.

0 comentarios realizados :