10 noviembre 2011

Reducción en 80% la superficie quemada por incendios forestales en Aragón

visto en abc.es


Zaragoza, 9 nov (EFE).- Aragón ha registrado en lo que va de año 431 incendios forestales, con unas 694 hectáreas quemadas, lo que supone una reducción del 80 por ciento con respecto a la media de la última década, un balance positivo que se ha visto empañado por la muerte de seis agentes en un accidente de helicóptero.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Federico García López, ha presentado hoy en rueda de prensa el balance de la campaña de incendios forestales de 2011, en la que ha destacado los buenos resultados obtenidos a pesar de la disminución de un 20 por ciento del presupuesto.

García López ha subrayado que desde 1990 está siendo el "mejor año" y es la primera vez en los últimos doce que no se registra un fuego superior a 250 hectáreas, aunque ha lamentado el "desgraciado" accidente de helicóptero en el que murieron seis brigadistas, el pasado 19 de marzo, que viajaban para apagar un incendio en la localidad de Villel (Teruel).

Por su parte, el director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, ha destacado la efectividad del operativo antiincendios, compuesto por 1.400 personas, y que gracias a su rápida intervención el 77 por ciento de los fuegos, un total de 335, no afectaron a más de una hectárea.

Los 431 incendios registrados hasta el 31 de octubre, de ellos 129 en la provincia de Huesca, 204 en la de Zaragoza y 98 en la de Teruel, arrasaron un total de 693,22 hectáreas, de las cuales 266,78 eran arboladas.

Estos datos ponen de manifiesto que 2011 está siendo un año "excepcionalmente benigno" si se compara con las 3.776 hectáreas quemadas de media en los últimos diez años.

También en 2010 hubo menor número de fuegos, con 343, pero se quemaron más hectáreas, ha agregado Vicente.

Además, según el director general, a lo largo de este año, "particular y excepcional" desde el punto de vista meteorológico, no se ha registrado ningún gran incendio, una categoría que incluye a los de más de 500 hectáreas, siendo el de Cascante del Río, en la provincia de Teruel, el que más superficie ha arrasado, con 135 hectáreas, el 19 de marzo por una quema agrícola.

Le sigue el de Estercuel, también en Teruel, con 87 hectáreas quemadas a causa de un rayo.

A diferencia de años anteriores cuando los incendios invernales se concentraban en marzo, en 2011 ha ocurrido en febrero, con 74, una cifra que no ha sido superada en ningún mes estival.

Por el contrario, y por segundo año consecutivo, se ha registrado un escaso número de fuegos en agosto, con tan solo 54.

Ello se ha debido, según el director general, al comportamiento "irregular" de las precipitaciones y a las temperaturas "relativamente" frescas en junio y julio, que han contribuido a retrasar la sequía produciéndose la "situación más peligrosa a finales de verano", lo que obligó a ampliar la campaña hasta el 31 de octubre.

Además, el director general ha destacado la mayor sensibilidad que existe en la sociedad ante los incendios, que colabora en la prevención, aunque ha estado de acuerdo con el consejero al decir que tienen que seguir trabajando en este aspecto.

También se ha referido a la colaboración activa de los ciudadanos, quienes en el 57 por ciento de los fuegos han sido los que han dado el primer aviso al 112 o a los agentes forestales, y a la incorporación de las nuevas tecnologías, que han contribuido a dotar al operativo de mayor seguridad y eficacia.

Sobre las causas, en los siniestros de invierno han sido principalmente por la mala gestión y el mal uso del manejo del fuego en diferentes actividades y en los de invierno, por factores naturales como los rayos, en las tormentas secas, o la manipulación de maquinaria y motores.

En concreto, el 51 por ciento de los incendios se ha debido a negligencias (de ellos el 23 por ciento por quemas agrícolas y el 8 por ciento por maniobras militares); el 20 por ciento se produjeron por rayos; el 14 por ciento fueron intencionados y del 15 por ciento se desconocen las causas, que se están investigando.

Un año 2011 en el que, como novedades, se pusieron en marcha sistemas de riesgos, de prealerta; unidades aéreas no tripuladas y pequeños sistemas de localización de retenes, y que contó con un presupuesto de 22 millones de euros, un 20 por ciento menos que en la campaña anterior.

A pesar de la reducción del presupuesto, y sin menospreciar las condiciones meteorológicas, el consejero ha insistido en que se ha logrado mantener la eficacia, y que se seguirá manteniendo en un servicio público como es el de la lucha contra los incendios forestales, aunque no ha desvelado las partidas con las que contarán para 2012. EFE

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