15 noviembre 2011

Aprovechamiento micológico en Burgos y Soria

visto en elmundo.es

El 'Manual para la gestión del recurso micológico forestal en Castilla y León', presentado por la Junta de Castilla y León, está destinado a los gestores del medio natural y recoge en nueve capítulos toda la información relativa a la investigación, recolección, aprovechamiento, comercialización y gestión del recurso micológico subrayando su importancia ecológica y socioeconómica.

La publicación incluye una introducción centrada en el programa de micología de la Junta de Castilla y León, una de las grandes apuestas de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que cuenta con proyectos como Myas RC, Micodata y Micosylva.

También se ha querido recoger una breve historia sobre el aprovechamiento micológico y la comercialización de setas en Castilla y León, temas en los que la provincia de Soria es pionera, ya que la comercialización comenzó en 1949 en localidades como Navaleno y San Leonardo.

En este apartado se comenta que "tradicionalmente se han recogido numerosas especies de setas comestibles y medicinales por las gentes de Castilla y León, por lo que en justicia debemos considerar a su población, a nivel antropológico y cultural, como un pueblo micófilo".

Así, se apuntan como las especies más tradicionales la seta de cardo y caña, la seta de chopo, la seta de álamo y la senderilla, gusarón o seta de carrerilla, recogidas para el autoconsumo.

Los expertos indican que en las Tierras de Pinares la especie más popular ha sido el níscalo, cuyo nombre hace pensar en su recogida antiquísima. Otras especies recogidas desde hace tiempo en las comarcas ganaderas son los lansarones o perrochicos, los champiñones, las setas de páramo... En comarcas forestales de pinares también se han recolectado los migueles, los huevos de rey, las setas de haya... Un sinfín de especies que han servido de alimento o medicina a nuestros antepasados y que hoy siguen poblando nuestros bosques.

En cuanto a los inicios de la comercialización, las setas más apreciadas se llevaron a los mercados tradicionales y ferias locales durante siglos y en algunos lugares la presión recolectora llegaba a ser muy elevada como consecuencia de los altos precios de algunas setas.

Los autores de la publicación hacen referencia a la intensiva recolección de perrochicos en el condado de Treviño, donde se recogen los primeros datos de comercialización de la Comunidad correspondientes a 1767. Las setas se llevaban en cantidades elevadas a los mercados de Vitoria y Bilbao ya en el siglo XIX, aunque la actividad comercial estaba condicionada por el transporte.

A comienzos del siglo XX se seguían recogiendo setas silvestres con destino a ciudades relativamente próximas, como Vitoria, Bilbao o Madrid, y en 1930 se generaliza como consecuencia de la extensión del transporte. Así, empiezan a exportarse setas en salmuera en camiones y en tren en barricas de madera con destino al mercado catalán y desde la zona norte de Burgos.

Según explican en la publicación Juan Andrés Oria de Rueda, Fernando Martínez Peña, Arturo Esteban Álvarez y Teresa Ágreda, en 1949 se generalizó la exportación de setas en salmuera de numerosas provincias, sobre todo de León, Valladolid y Segovia. En los inicios de los años 50, con la mejora de las carreteras, comenzó el transporte en camiones de setas frescas de Soria, de San Leonardo y Navaleno, rumbo al mercado de Barcelona y de la provincia de Segovia, de la sierra de Guadarrama, y de Ávila, del valle del Tiétar.

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