06 junio 2011

la rentabilidad de los bosques para salvaguardar el mejor sumidero de dióxido de carbono

visto en lainformacion.com

El forestal es un sector cíclico e incierto, más desde que entró en juego la madera de los países emergentes, más barata. Algunos mercados, como el de los productos nobles (nogal o cerezo), se importan pese a disponer en España de excelente materia prima. La crisis económica ha acentuado aún más esta tendencia, así que los montes españoles, la mayoría en manos privadas, están optando por diversificar su actividad para mejorar la rentabilidad y asegurar la supervivencia de la superficie arbolada, que ya asciende al 36% del territorio.

La celebración este año del Día Mundial del Medio Ambiente auspiciado por Naciones Unidas apuesta, precisamente, por destacar la rentabilidad de los bosques para salvaguardar el mejor sumidero de dióxido de carbono, culpable máximo del cambio climático. “Bosques: la naturaleza a tu servicio”, ha sido el lema elegido para el festejo que acogerán ocho país y cuyo anfitrión será India.

¿Qué bazas puede aprovechar el campo para ganar pulso económico?
La generación de energía será vital. El uso de la biomasa (restos vegetales) es aún minoritaria, pero apunta a que en los próximos años se convertirá en una actividad estratégica. “Y no es cierto que su uso vaciará el monte de materia vegetal. Dos tercios permanecen en los bosques tras la selección de material para biomasa”, explican desde la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), que representa a los propietarios forestales.

Es más, un estudio sobre el desarrollo de la bioenergía encargado por este organismo apunta a que la biomasa puede generar 135 puestos de trabajo directos por 10.000 habitantes, frente a 9 que generan el petróleo y el gas, es decir, por cada puesto de trabajo con combustibles fósiles se crean 14 con biomasa. El documento apunta a que la industria forestal sólo aprovecha el 38% de la masa arbolada que se genera cada año.

La resina será otra de las aliadas para la diversificación del monte español. Fue sustituida por el petróleo en los setenta para la fabricación de pinturas y de bases de barnices. Los bajos precios del crudo aceleraron el descenso en picado del uso de resina. Ahora, el alza del precio del crudo y la necesidad de encontrar nuevos nichos de creación de empleo está devolviendo a la resina una segunda edad de oro. En Castilla y León, por ejemplo, la comarca de Urbión ha lanzado una serie de cursos de formación para que emerjan de nuevo resinadores que recuperen un oficio de larga tradición en esta comarca.

Desde el sector se está intentando impulsar la creación de una nueva regulación que reconozca a los montes su papel en la absorción de CO2, principal causante del cambio climático. En la actualidad no está reconocido el servicio que prestan los bosques como sumideros de dióxido de carbono.

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