13 septiembre 2011

Marcaje de abejas con microchips para estudiar el Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas

visto en bbc.co.uk

En un proyecto pionero en España, expertos en Salamanca están colocando microchips en abejas para investigar sus elevados índices de mortandad.

"El proyecto empezó debido a que en la región de Salamanca tenemos muchos problemas con el desabejamiento de las colmenas", dijo a BBC Mundo Castor Fernández, presidente de la Asociación de Apicultores de Salamanca.

"Hablamos de desabejamiento cuando la colmena queda despoblada y se muere. Aquí ha habido años con un 80% de despoblación, o sea que de cada 100 colmenas mueren 80. Es algo muy, muy grave". El fenómeno es conocido también como Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas (CCD en inglés).

"Las abejas desaparecen y la reina deja de poner huevos para hacer nuevas colonias y entonces llega un momento en que se muere la colmena. No sabemos si las abejas se van o si se mueren cerca. No sabemos qué ocurre, por eso surgió la idea de los microchips para ver si damos con algún remedio", señaló Fernández a BBC Mundo.

Los diminutos chips se pegan al tórax de las abejas. Cada vez que estas pasan por la piqueta, como se denomina a la entrada de la colmena, un lector de microchips registra datos que se suben a diario a un ordenador.

Chips

Los investigadores del proyecto son José Orantes Bermejo, director técnico de los Laboratorios Apinevada en Granada, y el experto en abejas y consultor Antonio Gómez Pajuelo.

"Lo que estamos haciendo es colocar unos identificadores pasivos (sin baterías) para identificar cada abeja de forma individual. Estos dispositivos tienen un tamaño aproximado de 2 x 1,6mms y un espesor aproximado de 0,5mm para su adhesión al tórax de la abeja. El peso aproximado es de 5mg y la abeja lo puede cargar sin problemas", dijo Orantes Bermejo a BBC Mundo.

"En la entrada de las colmenas se colocan unos lectores y un concentrador, de manera que cada vez que las abejas salen o entran de la colmena quedan registrados sus movimientos. La colocación de chips no es complicada, si bien es muy meticulosa y requiere adormecer a las abejas levemente para poder manipularlas".

"Tenemos abejas marcadas con microchips en colmenas con un ambiente sano, ausente de residuos de plaguicidas, y otras en un ambiente con residuos de plaguicidas a niveles subletales, provocados experimentalmente, que se encuentran con frecuencia en las colmenas normales", explicó por su parte a BBC Mundo Antonio Gómez Pajuelo.

"La pregunta que pretendemos responder es ¿esos niveles de residuos, relativamente frecuentes, acortan tanto la vida de las abejas como para que estas vayan muriendo en el campo y la colmena pierda cantidades importantes de abejas que desaparecen poco a poco a lo largo del invierno, dejando a la colmena despoblada?"


Plaguicida

Gómez Pajuelo señala que "los trabajos realizados hasta la fecha nos hacen concluir que la desaparición de las abejas es debida a una conjunción de tres factores": la mala nutrición otoñal por fallos en las floraciones de esa época, el mal control de varroa, un ácaro que parasita a las abejas, y por último el uso de plaguicidas externos, agrícolas, o acaricidas internos utilizados en la lucha contra varroa.

"Los plaguicidas son tóxicos para las abejas y a dosis bajas interfieren en la producción de los péptidos antimicrobianos del sistema inmunitario. Restos de los plaguicidas utilizados en el entorno de la colmena o dentro de ésta contra varroa, quedan disueltos en la cera de los panales y de allí pasan a la parte grasa del polen almacenado como reserva de las abejas (lo hemos demostrado experimentalmente)".

"Cuando este polen es consumido por las larvas y abejas adultas se produce una intoxicación leve, que no tendría porqué matar a las abejas, pero puede producir un acortamiento del periodo de vida de las abejas y un aumento de la incidencia de enfermedades latentes. La influencia de este último factor es lo que tratamos de demostrar con el trabajo de marcar a abejas con chips que nos permitan "leer" su periodo de vida.", dijo Gómez Pajuelo a BBC Mundo.

De acuerdo a Fernández, el problema del desabejamiento también se da en otras partes de España, pero es especialemente grave en Salamanca, cuya producción apícola es exportada fundamentalmente a Alemania.

"Es un medio de vida. Si las abejas mueren, lo que han sacado en cosechas años atrás los apicultores lo tienen que invertir para comprar nuevas abejas y poder volver a producir".

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