04 marzo 2011

Voluntariado almeriense construyen el primer vivero forestal de Sª Cabrera (Almería)

visto en ideal.es

El voluntariado de ciudadanos del Levante almeriense con ayuda de la Junta de Andalucía y a iniciativa de la Asociación de Vecinos Los Moralicos de Turre son los que están haciendo renacer de sus cenizas a Sierra Cabrera. Y es que se ha construido un vivero forestal de especies autóctonas de Sierra Cabrera afectadas por los incendios en la ladera sur del Cerro de la Mezquita, en la cortijada de Los Moralicos, con el objetivo de reproducir las especies arbóreas más escasas y afectadas por los últimos incendios. Castaños, almeces, alcornoques, encinas, y nogales son las especies más escasas en nuestra sierra y que a través de este proyecto se han recolectado sus semillas y se han sembrado en su hábitat natural. Más de 50 voluntarios participaron en las distintas actividades programadas por Los Moralicos que viene a dar continuidad a otros dos proyectos desarrollados en años anteriores, localización e identificación de las especies mediante entrevista con los mayores del lugar, rutas de senderismo para la recolección de semillas y siembra de las mismas.
También se han desarrollado jornadas informativas y de sensibilización en la necesidad de protección, mantenimiento y reforestación de los montes dirigidas a propietarios y usuarios de los terrenos, que han logrado que un grupo de propietarios se acoja a los planes de prevención y restauración promovidos por la consejería de Medio Ambiente tras los últimos incendios, permitiendo la construcción de una línea de cortafuegos que deja totalmente protegida la zona alta de Sierra Cabrera limítrofe con el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, la adaptación de dos puntos de agua privados para su utilización por los servicios contra incendios, así como la reforestación con especies autóctonas de distintas parcelas.
En definitiva, todas las actividades que no dejan de llevarse a cabo se componen de un trabajo voluntario y continuo impulsado por la iniciativa ciudadana de la zona que está totalmente concienciada de la importancia de preservar el entorno natural que la rodea, así como, de realizar una muestra de cariño por el medio ambiente y su cuidado. Los pasos anteriores a la construcción final del vivero se producían a finales de enero y principios de febrero, acogiendo también la Fiesta de la Candelaria, en la que los voluntarios prepararon el terreno y plantaron algunos algarrobos, acebuches, pinos, madroños y palmito. También se hizo un taller de reproducción de plantas autóctonas a través de semillas embutidas en bolas de arcilla que se lanzaron a las laderas de los montes, a cargo de la Asociación Sunseed Tecnología de Desierto.

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