18 marzo 2011

¿Cuál es el valor de nuestros montes?

Autor: Noticias Forestales


Aunque a veces se nos olvida, toda la energía que utilizamos en nuestro día a día proviene de la Naturaleza. Toda : combustibles fósiles, madera, minería, bioenergía, energía eólica o hidráulica… Cuidarla es nuestra responsabilidad y para ello es necesario un radical cambio de mentalidad y estilo de vida de la sociedad. La celebración del Año Internacional de los Bosques pretende sensibilizar sobre la necesidad de tomar medidas a nivel gubernamental, y de la necesidad de concienciación de la sociedad de que los recursos naturales no son eternos. La energía depende de la Naturaleza, pero no pagamos por utilizarla. Como no pagamos por utilizar nuestros bosques ni los servicios que nos prestan, según ha recordado el Colegio de Ingenieros de Montes en un encuentro con los medios de comunicación mantenido con motivo del Día Forestal Mundial que se tiene lugar el próximo 21 de marzo.


Los Bosques capturan el 20% de las emisiones de CO2

Carlos del Álamo, Decano del Colegio de Ingenieros de Montes, ha celebrado que el papel primordial de los bosques bien gestionados en la mejora de nuestra calidad de vida empiece a ser valorado, y ha recordado que aunque las cifras de deforestación a nivel mundial son realmente alarmantes, lo cierto es que en España la superficie forestal crece anualmente unas 190.000 hectáreas, según datos de la FAO. De hecho, nuestro país es ya el segundo país europeo en superficie forestal. “Pero debemos tener cuidado –puntualiza el decano-. Crece la superficie forestal, pero no siempre de forma ordenada. Un mínimo porcentaje se gestiona ordenadamente, y el bosque precisa de una intervención cada vez más necesaria”. No obstante, gracias a ese crecimiento nuestros bosques son ya capaces de fijar al menos 80 millones de toneladas de CO2 al año, lo que supone un 20% de las emisiones totales en nuestro país de gases de efecto invernadero. Los proyectos de nuevas leyes en defensa del medio ambiente destacan ya el importante rol de los bosques como servicio ambiental (fijación de carbono, provisión de agua, biodiversidad, ocio…). “Sin embargo –ha recordado Del Álamo- ese reconocimiento no es suficiente. Es preciso ofrecer a los bosques una compensación económica, un ‘céntimo forestal’ que permita un mejor desarrollo de los bosques para que la regeneración de los recursos naturales esté garantizada”.

¿Cuántos millones genera la Naturaleza?
Desde luego, es posible calcular cuánta riqueza generan nuestros bosques. Por poner un ejemplo, afirman los portavoces del Colegio de Ingenieros de Montes, y centrándonos sólo en la capacidad de provisión de agua de los montes, es posible valorar la provisión de agua generada por ellos en 453€ por hectárea al año. Si buscamos el equivalente en euros de la cantidad de CO2 que fijan nuestros árboles, podemos hablar de 116€ generados por hectárea al año. De este modo, sólo teniendo en cuenta dos áreas que tanto preocupan a la sociedad –la provisión de agua y la captura de CO2-, los bosques producen un beneficio de 650€ por hectárea al año.

Agua, captura de carbono, caza, frutos que nos ofrecen, pastos… Todo este conjunto de servicios que ofrecen nuestros bosques suponen un valor aproximado de 16.500 millones de €. Aunque la realidad es que no tiene precio, y no porque su riqueza ecológica sea prácticamente incalculable, sino porque, simplemente, no pagamos por ello.


Invertir en la Naturaleza para el desarrollo
Jose María Rábade, experto del Área de Economía Ambiental del Colegio de Ingenieros de Montes, recuerda que tras el abuso de los recursos forestales y naturales que ha sufrido nuestro planeta la sociedad ha tendido a una conservación de la misma contraria al desarrollo, “pero ésta no es la solución final, no podemos proteger una parte y destrozar el resto”. Para Rábade, si nuestro modelo económico ha propiciado el abuso de recursos forestales, debe ser el modelo de economía de mercado el que cambie esta tendencia.

Tal vez sea el momento de compensar a nuestros bosques, por las riquezas que nos ofrece. Favorecer una compensación económica que revierta directamente en el propio beneficio, mejora y desarrollo de nuestros recursos naturales alargarían la vida de algunos de esos recursos que a día de hoy, ya lo sabemos, son limitados. Invertir en la naturaleza es parte de un nuevo modelo económico necesario para la supervivencia de nuestros recursos naturales. Entre los mecanismos de mercado que el Colegio de Ingenieros de Montes defiende se encuentran los pagos por servicios ambientales, que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino estudia en este momento. “Se trata -afirma Rábade- de poner en práctica una penalización positiva: aplicar un mínimo porcentaje, como el céntimo forestal que el Colegio de Ingenieros de Montes defiende, contra aquello que en la sociedad no nos gusta y hace daño a nuestro planeta: la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación del aire y de las aguas… Si por cada litro de hidrocarburo consumido, un céntimo fuera destinado a conservación de nuestros bosques, dispondríamos de 831.000.000€ para cuidar nuestra superficie forestal”.

Pagar por respirar

Tal vez sea éste el futuro de la sociedad, tener que pagar para poder disfrutar de la naturaleza, para poder seguir aprovechando el agua que nos facilita, por el riesgo de erosión que evita, por el uso de su biomasa y sus pastos, por disfrutar de las posibilidades de ocio que nos ofrece, para compensar la contaminación de la que en un elevado porcentaje nos libera. Tendremos que pagar hasta por respirar, sí, pero con la esperanza que sea aire limpio el que respiremos

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