El monte de Castellón, la segunda provincia más escarpada de España, gana cada año 3.000 hectáreas --unos 30 kilómetros cuadrados-- a las tierras de cultivo y urbanas, tal y como confirman los datos del Anuario 2009 que acaba de publicar el Ministerio de Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino.
El volumen de la superficie forestal roza así los 3.800 km cuadrados --378.561 hectáreas--, lo que supone el 56,9% del territorio total de la provincia.
En cuanto al destacado avance, se trata del incremento medio anual que muestran las cifras de los distintos informes ministeriales desde el año 2005, cuando el documento asignaba a Castellón un volumen de monte de 362.893 hectáreas, 15.668 menos que el estudio relativo al pasado año.
En relación sobre las causas de este fenómeno, el decano del Colegio de Ingenieros de Montes de la Comunitat Valenciana, Fernando Pradells, explica que “es normal que el monte crezca cuando la agricultura deja de ser rentable”. Añade que “se trata de un fenómeno natural, que no debería tener mayor trascendencia, pero que tiene mucha en la práctica, porque hay demasiado terreno forestal para gestionar”.
más riesgo // Desde el punto de vista de Fernando Pradells, “uno de los problemas es que la vegetación no controlada se acerca más a las zonas de población y, en sus primeras etapas de crecimiento, suele estar formada por matorral y arbolado joven, un caldo de cultivo perfecto para los incendios y su rápida propagación”.
Por su parte, el representante de la Asociación de Propietarios Forestales de la Tinença, Juan Manuel Batiste, afirma que “estamos encantados de que crezca la superficie forestal, pero la situación va empeorando, porque el bosque se cierra y se enmaraña e incendios como los que en los últimos días han quemado miles de hectáreas en Valencia y Alicante son imposibles de detener”.
Batiste explica que “hace treinta, cuarenta o cincuenta años, también había fuego en los montes, porque, aparte de los sucesos intencionados, es un fenómeno natural, pero la diferencia es que entonces el bosque estaba controlado y solo se quemaban cien hectáreas, mientras que ahora no se cuida el monte y los incendios arrasan superficies enormes”.
En cuanto a las soluciones posibles para evitar que esto ocurra, teniendo en cuenta el proceso de crecimiento del terreno forestal, hoy por hoy, imparable, el representante de los propietarios de la Tinença asegura que “no está en la repoblación, porque ya hay bastantes árboles, sino en la prevención, en mantener limpios los bosques y gestionarlos de forma sostenible y eficiente”.
Según los datos que maneja la Conselleria de Medio Ambiente, la provincia de Castellón cuenta con más de 65 millones de árboels, con una media de 333 ejemplares por cada hectárea, es decir, cada 10.000 metros cuadrados, pero existen puntos contabilizados en los que la densidad alcanza 32 pinos por cada metro.
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