25 agosto 2011

Gestión forestal sostenible en Canadá

Artículo de REDFORESTA

En 1992, en la histórica Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) en Rio de Janeiro, Canadá declaró su compromiso con la gestión forestal sostenible. Este enfoque de la gestión forestal se esfuerza en alcanzar el gran campo de valores que los canadienses dan a sus bosques medioambientales, económicos y sociales.

Desde entonces, se ha llevado a cabo mucho trabajo para el desarrollo de prácticas de gestión forestal en todo el país. Empeñada en cumplir su compromiso, Canadá puso en marcha estrategias, leyes, políticas, sistemas de planificación y evaluación y herramientas de investigación científica, todo con un único objetivo: mantener unos recursos forestales sostenibles y saludables para las generaciones venideras.

En el proceso, Canadá ha destacado globalmente como profesional y promotor de la gestión sostenible de los bosques. Este artículo observa el progreso del país hasta la fecha, el estado actual de la gestión forestal y lo que está por venir.

PRIMERO EL TRABAJO PREVIO…
La Estrategia Nacional de Bosques de Canadá de 1992, la primera que se refiere de forma específica a la gestión forestal sostenible (GFS), fue fundamental para sentar las bases para la GFS en este país. En 1995, el Consejo Canadiense de Ministros Forestales, representando a todas las agencias provinciales, territoriales y federales responsables de la gestión forestal en Canadá, aprobó los principios de la GFS.

Desde 1992, en cada estrategia nacional (la más reciente es Una Visión de los Bosques de Canadá: 2008 en adelante), Canadá ha reiterado la promesa hecha en la CNUMAD para gestionar sus bosques de una forma que mantenga y mejore sus valores medioambientales, económicos y sociales.

El cambio hacia la GFS (con la consideración de un amplio rango de valores), y lejos del enfoque previo (orientado a la continua producción de madera), ha sido un proceso continuo. Pero el camino ha sido más fácil por el hecho de que la estrategia forestal primordial en Canadá ha marcado ese recorrido hacia la GFS con políticas de conservación de la integridad de los ecosistemas, protección de áreas representativas y apoyo del uso social sostenible de los recursos forestales.



… AHORA LA PRÁCTICA
La gestión forestal sostenible está, por naturaleza, en constante evolución. Requiere una adaptación continua a las nuevas circunstancias. Los valores sociales cambian, las fuerzas económicas fluctúan, los avances científicos conducen a prácticas revisadas, y emergen influencias globales como el cambio climático. Esta necesidad de adaptación constante significa que como país Canadá debe dar un paso atrás periódicamente, evaluar cómo se está haciendo y asegurarse de que sigue el camino correcto.

La última revisión, detallada en este artículo, muestra que Canadá lo está haciendo bien. El modelo de GFS está en marcha en todo el territorio de propiedad pública. Las provincias y territorios, responsables de la mayor parte de los bosques de Canadá, han consagrado la GFS en sus políticas, prácticas, regulación y legislación. La planificación de la gestión forestal es rigurosa, comprensible y abierta porque la participación pública es una parte integral de la planificación. Las herramientas, procesos e indicadores científicos que Canadá ha desarrollado para medir y evaluar los resultados de la GFS hacen posible continuar el progreso. Canadá puede demostrar que cumple con las normas internacionales gracias a la certificación forestal.

Canadá reconoce que su trabajo hacia la gestión forestal sostenible no está terminado. Sin embargo, el logro hasta la fecha de transformar la teoría de la GFS en práctica da al país una fuerte base para seguir mejorando. Este logro también ha creado un sistema robusto de respuesta a los problemas habituales que surgen y a los que se enfrenta el sector forestal canadiense.

La ecuación de la sostenibilidad incluye tres variables: medioambientales, económicas y sociales. Este artículo, se enfoca principalmente hacia el componente medioambiental. La información sobre los logros de la GFS de Canadá en áreas económicas y sociales puede encontrarse en el espacio forestal de la página http://canadaforests.nrcan.gc.ca/

PLANIFICACIÓN DE LA GFS: UN PROCESO ABIERTO Y RIGUROSO.
Los canadienses esperan mucho de sus bosques. Esperan un sustento económico y que la industria forestal continúe siendo un pilar de la economía nacional. Esperan valores ecológicos (por ejemplo vida silvestre saludable, agua, suelos) y valores sociales (recreación, estética, valor histórico). Para hacer balance de todas estas expectativas los gobiernos del país han establecido procesos de planificación forestal. Estos procesos se han vuelto más complejos con el paso del tiempo, según han ido cambiando los valores en Canadá, y el país ha aprendido más sobre cómo encontrar con éxito sus objetivos de sostenibilidad.

En Canadá, la planificación forestal está basada en decisiones estratégicas sobre usos del territorio -decisiones tomadas por los gobiernos- y que guían a los niveles más técnicos de la planificación. El primer paso en el proceso de la planificación forestal es desarrollar un inventario de bosques y recursos. Los planes de gestión forestal en funcionamiento son revisados por las agencias provinciales.

Debe haber un plan de gestión forestal aprobado en marcha antes de que la explotación pueda comen ar a trabajar. El plan, que perfila una visión estratégica y un compromiso con múltiples valores forestales, se proyecta para varias décadas y es revisado cada cinco o diez años. Traza en detalle la situación actual, y la situación deseada para el futuro, basada en el conocimiento científico. También describe los aprovechamientos, renovación y otras actividades que se llevarán a cabo en la unidad de gestión para alcanzar los objetivos fijados para todos los criterios.

También se elaboran otros planes tácticos detallados para áreas específicas (por ejemplo, para orientar programas de construcción de carreteras y el calendario de explotación). Los planes de operación anuales identifican los requisitos de las actividades de ingeniería y de selvicultura necesarios para lograr los objetivos.

Los planes de manejo forestal requieren un examen detallado; no hay atajos para su programación. Los profesionales forestales, que deben por ley adherirse a códigos éticos, trabajan cuidadosamente a través de las empresas concesionarias. En todo Canadá, el proceso de planificación multidisciplinar tarda varios años en desarrollarse.

A través del proceso, el borrador del plan de gestión está sujeto a una serie de comprobaciones que incluyen varios criterios: hábitats naturales, agua y suelos. Los gobiernos controlan regularmente los planes de gestión forestales para asegurarse de que las compañías lo cumplen, e imponen multas a las que no lo hagan.

Uno de los cambios más grandes que se han producido en la planificación forestal en Canadá en los últimos 25 años ha sido por el incremento del interés de los ciudadanos y de su capacidad para participar en las decisiones forestales. Los gestores forestales y políticos están ahora obligados a consultar a “las primeras naciones”, los indígenas, y a una colección de partes interesadas -incluyendo propietarios, otras industrias, grupos ambientales, académicos, usuarios recreativos del bosques y comunidades representativas- sobre los planes, estrategias y legislación forestales. La resolución del conflicto es cada vez más una parte de esta participación pública, que ayuda a todas las partes a resolver sus diferencias de forma cooperativa. Independientemente de la forma que tome, la consulta pública es una forma de asegurarse de que la planificación de la gestión forestal refleja la aportación de todas las partes y gobiernos afectados por determinadas operaciones propuestas -un elemento clave para la GFS:

ALCANZANDO LA GFS: OBJETIVO, MEDICIÓN Y EVALUACIÓN.
Es esencial que Canadá cuente con métodos para determinar objetivamente si se han cumplido los objetivos. Tales métodos ayudan al país a aprender y adaptarse, dos pasos clave para los cambios del entorno en los que la GFS tiene lugar.

Hay varios aspectos de la gestión forestal en Canadá que están controlados, incluyendo los siguientes:
- Rendimientos: para confirmar que los resultados buscados se están logrando.
- Conformidad y cumplimiento: para confirmar que las leyes se están cumpliendo y para exigir responsabilidades si se producen infracciones.
- Validación: para confirmar que los supuestos y modelos usados en gestión son válidos.

Los planes y prácticas forestales se evalúan en varios niveles por profesionales acreditados, incluyendo forestales, ingenieros y biólogos. Como se ha mencionado previamente, el plan de manejo forestal de una empresa concesionaria se somete a una revisión formal cada cinco o diez años, con regulares evaluaciones e inspecciones provisionales durante la vida del plan. Los inspectores comparan los resultados actuales con lo que estaba previsto, determinan las razones por las que hay diferencias, revisan los objetivos de sostenibilidad y el plan en general en lo que sea necesario.

Además, la mayor parte de las provincias y territorios preparan informes regulares que miden y evalúan el progreso. El Ministerio de Recursos Naturales de Canadá publica anualmente a escala nacional el Estado de los Bosques en Canadá y trabaja con gobiernos provinciales y territoriales, a través del Consejo Canadiense de Ministros Forestales, para publicar evaluaciones periódicas como los criterios de Canadá y el informe de indicadores. Muchos de estos informes están disponibles en sitios web públicos (ver, por ejemplo, http://canadaforests.nrcan.gc.ca/indicator y http://nfdp.ccfm.org ).

Los grupos de presión forestal independientes, así como otras organizaciones de todo el país, también ayudan a proteger los valores forestales que van desde la calidad del agua y los hábitats naturales a los valores arqueológicos. En la Columbia Británica, por ejemplo, el Consejo de Prácticas Forestales es requerido legalmente para investigar y auditar las prácticas forestales del gobierno y la industria. También responde a las quejas de los ciudadanos sobre prácticas forestales y la aplicación de las normas provinciales.

HERRAMIENTAS PARA MEDIR Y EVALUAR EL PROGRESO HACIA LOS OBJETIVOS DE GFS.
-Inventarios forestales e inspección. Inventarios nacionales y provinciales recogen datos de las condiciones y extensión de los espacios forestales, incluyendo aspectos como vegetación, vida salvaje, áreas de ribera, estabilidad de las pendientes y suelos. Los inventarios forestales, incluyendo los cambios y tendencias que reflejan, aportan información valiosa sobre GFS.

- Estimación de deforestación y alteración de los bosques. Recursos Naturales de Canadá utiliza la teledetección para monitorizar la deforestación (la extracción permanente de árboles permite otros usos de la tierra como agricultura o desarrollo urbano). Usando esta herramienta, Canadá ha confirmado que, a diferencia de otros países, su índice de deforestación neta anual es menor (su deforestación afectaba a menos del 0,02 % de los bosques de Canadá en 2005). Dado que la deforestación es una gran fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, este dato confirma a la posición de Canadá como líder en GFS.
Una razón por la que Canadá sigue las alteraciones de los bosques es para ayudar a estimar la captación de carbono, su liberación y los gases de efecto invernadero asociados con los bosques nacionales. Otras herramientas de evaluación que apoyan esta tarea incluyen modelos de balance de carbono, inventarios forestales y modelos de crecimiento. Los resultados de estas evaluaciones, organizadas por factores causales y nivel de emisión de gases de efecto invernadero, están recopilados a escala nacional y publicados internacionalmente.

- Criterios e indicadores. Además de ser uno de los primeros países en el mundo en compromiso con la GFS, Canadá estuvo entre los primeros en adoptar criterios e indicadores (C&I) para evaluar progresos para con la GFS. Los criterios esbozan los valores forestales -ambientales, económicos y sociales- que los canadienses quieren mantener. Los indicadores son las medidas científicas, apoyadas por datos, utilizadas para evaluar cada criterio. Los C&I muestran, por ejemplo, que Canadá corta como mínimo un 20 % menos de madera de la cantidad disponible estimada anualmente para un aprovechamiento sostenible. (ver web para más detalle). La información de C&I se publica a varios niveles: localmente, a través de la certificación (descrita más abajo); provincialmente, en informes de C&I; nacionalmente, en informes como este; e internacionalmente en, por ejemplo, informes de la FAO. Canadá promueve los criterios e indicadores como miembro del Proceso de Montreal, una iniciativa de 12 países que propone el uso de los C&I en los bosques de países en zonas templadas y boreales.

- Certificación de terceros. Esta certificación provee una verificación independiente -por encima de la verificación gubernamental- de que las prácticas de una empresa forestal se llevan a cabo de forma sostenible, acorde a los estándares reconocidos globalmente. Una empresa forestal certificada puede demostrar al mundo, y al mercado en particular, que sus operaciones se adhieren a la línea de estándares en GFS, incluyendo la planificación de aprovechamientos sostenibles a largo plazo, la protección de la biodiversidad y el mantenimiento de la calidad de los suelos. Los indicadores y objetivos se supervisan para asegurarse de que la empresa continua cumpliendo con ellos.
La certificación de terceros supone el 40 % de la certificación forestal mundial, un área que es más del doble el tamaño de Francia. La industria forestal ha demostrado un claro apoyo a la certificación, con la Asociación de Productos Forestales de Canadá. Esta requiere que sus miembros, que manejan en torno al 75 % de los bosques en explotación del país, estén certificados por terceros. El hecho de que los estándares de certificación excedan en muchos casos las regulaciones gubernamentales solo subraya que la industria está comprometida con la GFS.

LA NATURALEZA ADAPTATIVA DE LA GFS: EVOLUCIÓN BASADE EN LA CIENCIA.
Canadá es reconocida en todo el mundo por haber adoptado una GFS y por poner el modelo en acción. La GFS es, después de todo, un proceso adaptativo; evaluar y ajustar el enfoque de la sostenibilidad del país basándose en evidencias científicas es una acción continua y un componente vital.

En estos días, Canadá mira hacia tres temas científicos relacionados -cambio climático, biodiversidad y bioenergía- que presentan retos y oportunidades para la GFS. Estos temas están interrelacionados y hay que tenerlos en cuenta en la gestión forestal.
-Cambio climático. El cambio climático trae consigo un cambio dual. Primero, afecta a los ecosistemas de los bosques de forma compleja -alterando el crecimiento, la posición competitiva y las habilidades reproductivas de las especies individuales. Las alteraciones naturales (como plagas, enfermedades o insectos) pueden volverse más frecuentes o graves, afectando a su vez a los riesgos ya previstos en los planes de GFS. Las alteraciones, por su papel en la dinámica del carbono, pueden también limitar la capacidad de los bosques para actuar como “sumideros” de carbono. El grado en el que los ecosistemas forestales de Canadá están afectados por el cambio climático determinará también el grado en el cual resultan afectados los bienes y servicios que aporta el bosque.
El segundo reto implica cómo gestionar el bosque para mitigar los efectos del cambio climático. Ejemplos: promover combustibles alternativos para remplazar los combustibles fósiles, y proponer productos renovables para la construcción, en lugar de equivalentes como el aluminio. Esta es un área compleja para los investigadores, que necesitan datos a corto y largo plazo sobre los impactos acumulativos del cambio climático para evaluar riesgos y para desarrollar estrategias de adaptación.
-Biodiversidad. La ciencia sostiene que los bosques están afectados por los impactos acumulativos de las alteraciones. La pregunta para los gestores forestales es cuál es el nivel adecuado de biodiversidad y cómo mantenerlo en medio de tales impactos.
Un ejemplo común es el de la introducción de especies alóctonas. Según crece el comercio internacional, así se crea el potencial para que las especies invasoras entren en Canadá y causen impactos ecológicos, comerciales e industriales. Canadá debe ser capaz de predecir estos asuntos, mejorar la interceptación y la gestión de las herramientas y utilizar el conocimiento adquirido para notificar procesos regulatorios. Como ayuda, el gobierno federal ha presentado la Estrategia Especies Invasoras Alóctonas para Canadá, que está enfocada hacia la prevención, detección precoz y respuesta rápida a las especies invasoras alóctonas de los bosques de Canadá.
-Bioenergía. La biomasa forestal es aprovechada y convertida en una gama creciente de productos, como los biocarburantes.
Aunque el uso de bioenergía forestal en lugar de combustibles fósiles puede aportar beneficios económicos y ambientales, es una cuestión complicada para los gestores forestales. Ellos deben asegurar, por ejemplo, que extraer biomasa forestal para objetivos energéticos es ambientalmente tan bueno como económicamente sostenible. Deben evaluar cómo acciones tales como cultivar árboles de crecimiento más rápido para bioenergía, o extraer más madera procedente de trabajos de silvicultura, afectará a la genética forestal y a la diversidad del ecosistema. Canadá necesita entender las implicaciones de un mayor desarrollo y uso de la bioenergía forestal y lo que ello significa para la GFS.
La gestión sostenible de los bosques frente a estos tres asuntos requerirá unos esfuerzos considerables y adaptación e innovación por parte del sector forestal canadiense.

PREPARNANDO LOS BOSQUES DE CANADÁ PARA EL FUTURO.
Cuando se trata de sus bosques, los canadienses esperan que la conservación y el uso sensato de los recursos para fines económicos sean principios reconocidos. Con ese objetivo, Canadá ha puesto en marcha un robusto sistema de gestión forestal sostenible. El sistema cuenta con procesos de planificación y gestión, que permiten la consulta pública; herramientas para supervisar y evaluar el progreso; marcos eficaces de información, especialmente en comercio en industria, y la constante mejora científica.

Canadá se encuentra en una posición fuerte para responder a lo que el futuro depare para sus bosques. El sistema canadiense de GFS permitirá al país:
- Medir, evaluar e informar sobre los cambios venideros de los bosques y el medioambiente, e informar sobre el progreso del país en el cumplimiento de sus objetivos.
- Incorporar rápidamente el concepto de GFS en políticas y estrategias en futuros asuntos.
- Aprovechar las redes en Canadá para la colaboración entre todos los niveles de gobierno, la sociedad y las agencias públicas.
- Utilizar la capacidad científica del país para investigar, entender y desarrollar soluciones a los retos que acompañan a los cambios climáticos y al crecimiento demográfico y las demandas que tales fenómenos producen en el bosque.

Estos serán logros significativos, pero no más que los que han llevado a Canadá tan lejos. Han pasado 17 años desde que surgieron los bosques como un elemento clave en la agenda internacional en la CNUMAD. Desde entonces, el historial de manejo forestal de Canadá ha puesto de manifiesto que el país está cumpliendo su compromiso con la sostenibilidad. Con estructuras para hacer frente a los retos actuales y futuros, Canadá seguirá desempeñando un papel de liderazgo a nivel internacional como administrador responsable de los bosques.

EJEMPLO DE CÓMO LA CIENCIA DA FORMA A LA GESTIÓN FORESTAL EN CANADÁ.
-El Ministerio de Recursos Naturales de Quebec, en colaboración con la empresa forestal Tembec, está trabajando en un proyecto a gran escala en la gestión de los ecosistemas forestales. ¿El objetivo? Desarrollar un plan general de gestión forestal en la provincia y un programa de cinco años que establezca el listón aún más alto que la GFS-aplicación de los principios de conservación de la gestión de los ecosistemas.

- EMEND (Manejo de Ecosistemas Emulador de Alteraciones Naturales) es un experimento ecológico forestal a largo plazo en las llanuras boreales del norte de Alberta. Liderado por el Servicio Forestal Canadiense de Recursos Naturales de Canadá y la Universidad de Alberta, el proyecto está buscando la manera de gestionar los bosques canadienses económicamente, para seguir siendo competitivos en el mercado mundial de productos forestales, preservando su integridad y su productividad biológica.

- En la Columbia Británica, los genetistas forestales, climatólogos y modeladores del paisaje junto con el Ministerio de Bosques, Tierras y Recursos Naturales han desarrollado datos espaciales del clima para el uso en el funcionamiento de las proyecciones de escenarios futuros. Con el uso de este conjuntos de datos, los gestores forestales han sido capaces de identificar los recursos forestales más vulnerables y de encontrar maneras para que los bosques se adapten al cambio climático.

- El Servicio Forestal Canadiense de Recursos Naturales de Canadá, en colaboración con la Red Canadiense de Bosques Modelo, desarrolló el Modelo de Balance de Carbono del Sector Forestal de Canadá. Este soporte y marco de modelado a escala de paisaje puede simular la dinámica de todas las existencias de carbono forestal previstas por los acuerdos internacionales. A principios de 2009, más de 500 personas de 42 países habían transferido el modelo, y muchos habían asistido a sesiones de formación sobre cómo aplicarlo. Los usuarios proceden de universidades, de la industria forestal, de organizaciones no gubernamentales, de los gobiernos provinciales y de otras áreas.

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