02 mayo 2010

Más sobre el Mapa de Vegetación de Castilla y León 2010

visto en abc.es


VALLADOLID. El roble, el pino en sus más diversas especies, la sabina, la haya, el castaño, la encina o el rebollo son algunas de las principales especies que constituyen el rico paisaje forestal de Castilla y León. Conocer el patrimonio natural de la Comunidad es básico para poder elaborar cualquier análisis medioambiental y saber cómo intervenir en su recuperación en el caso, por ejemplo, de producirse un incendio. Técnicos y expertos cuentan desde el pasado viernes con un nuevo instrumento para ayudarles en esta tarea. Se trata del Mapa de Vegetación de Castilla y León (síntesis 1:400.000), un detallado repaso cartográfico de las formaciones arboladas y de monte.
Del estudio, realizado por la Consejería de Medio Ambiente, el Ministerio del ramo y la Universidad Politécnica de Madrid, se desprende que en Castilla y León la mayor masa forestal la constituyen las encinas, con 724.000 hectáreas concentradas principalmente en las provincias de Salamanca, Zamora y el este de Ávila. Le sigue de cerca el rebollo, con 722.773 hectáreas; el pino negral, con 412.713 hectáreas y el pino silvestre, con 336.742 hectáreas distribuidas por el norte de Burgos y León, la Sierra de Guadarrama y La Cabrera. En cuanto a los montes, zonas de matorrales y pastizales, la mayor superficie la aportan los brezales, ubicados en León y el norte de Zamora, y los piornales de montaña, localizados en Ávila.
La labor de repoblación llevada a cabo en el último siglo, pero principalmente a partir de los años treinta y cuarenta, con plantaciones anuales de 15.000 hectáreas, ha contribuido decididamente al incremento de la superficie forestal. Si a este trabajo se suma el progresivo abandono de los cultivos, cuyo terreno se ha ido transformando con el paso del tiempo en masa forestal, se entiende que la superficie vegetal de Castilla y León haya aumentado un millón de hectáreas en los últimos cuarenta años, al pasar de ocupar 1,8 millones en 1970 a los 2,9 millones actuales, explicó el director general del Medio Natural, José Ángel Arranz, que quiso desterrar así el mito de la desaparición de los bosques.
Para descubrir los primeros trabajos cartográficos que se realizaron de este tipo hay que remontarse a los años sesenta. Sin embargo, hasta la fecha no se contaba con una publicación tan completa -sí que existía en soporte digital a una escala de 1:50.000-. El proyecto responde además a una directiva comunitaria que busca criterios homogéneos en la información cartográfica del medio ambiente de las regiones europeas.

0 comentarios realizados :