21 mayo 2010

El plan Infoex se prepara para un verano con más riesgo de incendios

visto en hoy.es


Las generosas lluvias del invierno y una no menos extraordinaria primavera han dejado la región convertido en un hermosísimo manto verde a vista de pájaro. Las primeras calores, sin embargo, aventuran la llegada próxima del verano, una época que, este año, puede ser muy complicada por incrementarse el peligro de incendios. Para minimizar el riesgo, el Plan Infoex de la Junta aumenta este año su número de efectivos (de 1.300 del año pasado a 1.400) y sus medios, además de reforzar la tarea previa de limpieza del monte en época invernal.
Como es costumbre, desde el 1 de junio y hasta el 15 de octubre, se prohibe las quemas de rastrojos, pastos y restos de la labores agrícolas en todos los terrenos de secano. Es el trámite previo pero obligado de una serie de actuaciones para evitar que la masa forestal extremeña se vea diezmada. «Hay que extremar la prudencia más que nunca. Especialmente hago una llamada a los agricultores y ganaderos, que ejecutan su trabajo con sensibilidad pero una simple excepción genera problemas», resume el consejero de Industria y Medio Ambiente, José Luis Navarro.
Navarro presidió ayer en Mérida la reunión del Comité de Dirección del Plan Infoex, que este año incorpora nuevas infraestructuras como las bases de helicópteros en Guadalupe y Valencia de Alcántara, las cocheras de Torrejón el Rubio, Monesterio y Helechosa de los Montes y dos nuevos puestos de vigilancia enclavados en la Sierra de San Pedro y Arrazauces (La Haba).
Para mejorar en la lucha contra el fuego, el Infoex incorpora un nuevo simulador de gestión de incendios que permite a los técnicos tomar las decisiones en función de las previsiones del incendio y la ubicación de los medios. Además, se terminará la renovación de todas las helibases, mientras que está previsto que se inicie la construcción de una en Monfragüe, aunque no estará operativa hasta 2011.
En el exigente combate contra los incendios forestales, Navarro ha mostrado su preocupación porque la mitad de los ayuntamientos de la región no han entregado su obligado Plan Periurbano, que contempla las actuaciones en la masa vegetal y forestal que rodea a los cascos urbanos de los municipios para prevenir incendios. Esos planes acumulan dos años de retraso y son especialmente necesarios en las zonas de alto riesgo. El consejero apela a la responsabilidad local.

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