09 enero 2012

Freno al veneno en Castilla-La Mancha

visto en elpais.com


La Delegación de Agricultura de Toledo ha suspendido la caza de forma cautelar durante tres años en el coto de la Casa Nueva, ubicado en Gerindote (Toledo), por la aparición en agosto pasado de 50 animales envenenados y con disparos. “Entre los ejemplares había un águila imperial ibérica (Aquila adalberti) y cuatro milanos reales (Milvus milvus), especies en peligro de extinción, además de milanos negros, águilas ratoneras y otras rapaces junto con animales domésticos”, indica Carlos Cano, de la organización WWF. Es la mayor suspensión cautelar que se ha producido hasta ahora en Castilla-La Mancha por este motivo, la zona de España donde la caza tiene mayor peso económico. Los presuntos responsables del envenenamiento masivo se enfrentan también a un procedimiento judicial, que se encuentra en fase de instrucción.

“Es el método más salvaje de acabar de forma sistemática con los animales que determinados gestores de fincas cinegéticas consideran perjudiciales para sus intereses, porque se alimentan de conejos y perdices, precisamente lo que van buscando los cazadores”, explica Miguel Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción.

El coto es reincidente en el uso de métodos ilegales. En 1999 se detectó que capturaban animales utilizando como cebo a un búho real vivo que los atraía. “Cuando se acercaban a por el búho, los tiroteaban”. En aquella ocasión se denunció a los presuntos responsables por la vía legal. Pero el expediente se extravió en el juzgado. “En el caso del envenenamiento del verano pasado se encuentran implicadas las mismas personas que en 1999”, advierte Hernández.

Los ecologistas también consideran incongruente que la finca haya sido elegida en varias ocasiones como sede de campeonatos cinegéticos. Hernández reprocha a la administración pública que “la suspensión cautelar que se produjo cuando se hallaron los ejemplares muertos se levantara a finales de noviembre y que además se celebrara el campeonato regional de caza de liebres con galgo. Es como si se les premiara”.

Para Cano, de WWF, el uso de veneno continúa siendo un problema no resuelto en España. “Sigue matando, y mucho. Es un método sencillo, porque se usan plaguicidas agrícolas legales de forma ilegal. Se introducen en cebos cárnicos para atraer a zorros, mustélidos, y otras especies que se consideran depredadoras, pero cualquier rapaz o buitre los localiza inmediatamente y mueren”. Aún así hay comunidades que están poniendo coto a los excesos, como Andalucía, la única que aprueba en un estudio elaborado por esta organización. Y proyectos como el Life+Veneno, con financiación europea, que persiguen parar una práctica que en 2010 dejó tras de sí 13 águilas imperiales y 40 milanos negros muertos.

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