18 mayo 2011

La investigación en las dehesas españolas

visto en redforesta.com

Francisco María Vázquez Pardo, Coordinador del Grupo de Investigación HABITAT, Jefe del Departamento de Producción Forestal y Pastos, Centro de Investigación La Orden-Valdesequera. Badajoz, Junta de Extremadura.


La evolución depende de la necesidad, y en lo relativo a la investigación, en España no ha sido diferente.

Cuando una década atrás analizábamos los principios sobre los que se asentaban las directrices de la investigación en materia forestal en el ámbito de las producciones de los ecosistemas forestales del suroeste de la península Ibérica, comprobábamos que existía una gran demanda en conocer las herramientas y los métodos precisos para poder reforestar buena parte de los terrenos desarbolados con los que contaba el sur de la península.

Se hacía necesario aportar soluciones a los problemas sanitarios de las masas del género Quercus, especialmente en los relativo a “la seca”, y más específicamente, a las pérdidas masivas de árboles. Estas pérdidas de arbolado contribuyeron a crear conciencia de que algo grave estaba sucediendo, y se puso de manifiesto la necesidad de dar respuesta a las preguntas que se planteaban los propietarios de fincas adehesadas. El sistema de dehesas se hacía cada vez más frágil, y su regeneración supondría el centro de las iniciativas de investigación en los años noventa y de comienzos de este siglo. Pero la situación ha ido a peor en el suroeste de la Península: los pastos pierden productividad, las cosechas no mejoran y los árboles, cada vez más débiles, siguen muriendo. De manera que las líneas de investigación se han diversificado, en el sentido de que además de buscar la regeneración se trata de mejorar la situación en la que se encuentra el arbolado presente en la dehesa y las producciones pascícolas que alberga.

Las estrategias para conocer y mejorar estos aspectos han sido variadas, dado que el interés económico que suscitan las dehesas ha derivado en un apoyo en el campo de la investigación forestal de estos ecosistemas: el estudio de su historia, de su estado natural, de su biodiversidad, de sus pastos, de la genética de las masas forestales y de su selvicultura. Al menos, éstas han sido las líneas básicas por las que ha caminado la investigación en la dehesas del suroeste de la Península Ibérica.

Profundizando en estas líneas se encuentran tendencias destinadas a resolver problemas actuales, mientras que otras pretenden ofrecer soluciones a problemas antiguos, pero cabe destacar las que priorizan la investigación en estudiar el futuro previsible.

Gracias a ello, en la actualidad, en los aspectos económicos se ha valorado el precio del disfrute de lo natural; en el apartado genético, se conocen las diferencias o cercanías entre las poblaciones de las distintas especies del género Quercus; en la sanidad, se ha profundizado en el conocimiento de ciclos de ciertos insectos o en la influencia de algunos hongos con el estado de salud de los árboles; por lo que respecta a los tratamientos culturales, se ha estudiado cómo los fertilizantes influyen en la producción de los pastos; amén de estudios acerca de la situación de los bancos de semillas, la regeneración de las masas forestales o la relación de las condiciones ambientales con determinados aspectos selvícolas.

No se ha olvidado buscar estrategias novedosas para demostrar que las dehesas poseen enormes posibilidades de aprovechamientos diferentes a los seculares. Con tal finalidad se han llevado a cabo estudios destinados a la obtención de maderas de las especies del género Quercus para fabricar toneles de vino.

También se ha apostado por la mejora genética de las masas de Quercus para determinar clones productores deproductos forestales diversos que puedan ser multiplicadosde forma generalizada.

Las dehesas despiertan cada vez mayor interés, que se manifiesta en las numerosas iniciativas para establecer programas y actuaciones de gestión, así como ordenaciones de las explotaciones con planes de mejora y aprovechamientos. Sin embargo, para los propietarios la investigación no se percibe como la solución del problema inmediato. Por tanto, se hace preciso acercar la investigación a los problemas reales.

Se ha trabajado en aplicaciones eficaces y singularizadas que resuelvan los problemas sanitarios de las masas arbóreas adehesadas -como el uso de hormonas sexuales atrayentes de insectos-, sin olvidar la utilización de detectores de sustancias nutritivas para poder determinar a priori la calidad alimentaria de los productos forestales que posteriormente consumirán los animales en la dehesa.

En cuanto al precitado futuro previsible, se han abierto nuevas líneas de trabajo dirigidas a desgranar las claves de un problema de enjundia, cual es el cambio climático, al parecer, el desencadenante de muchos procesos de pérdida de producción, deterioro de los árboles y alteración de las condiciones
productivas de los sistemas adehesados.

Como se deduce de todo lo anterior, el mundo de las dehesas despierta cada vez mayor interés, que se manifiesta en las numerosas iniciativas para establecer programas y actuaciones de gestión en las mismas, así como ordenaciones de las explotaciones con planes de mejora y aprovechamientos. Por si fuera poco, las nuevas tecnologías de la información y de cartografía se van introduciendo en la gestión y el estudio de estos sistemas agrosilvopastorales para disponer de unos sistemas de información geográfica que ofrezcan previsiones a corto o medio plazo sobre las producciones o el estado de salud de las explotaciones.

Tantas predicciones o previsiones ayudan, qué duda cabe, pero para los propietarios, que ven cómo día a día el arbolado envejece y se pierde sin reemplazo, no es la solución a sus problemas. Así pues, para los propietarios afectados, la investigación en algunas ocasiones no se percibe como la solución del problema inmediato. Ha pasado de estar ligada a lo cotidiano a mantener unas líneas de trabajo proyectadas en cierta medida al futuro incierto de lo imprevisible.

Por tanto, se hace preciso acercar la investigación a los problemas reales. Para ello conviene poner en común el sinfín de datos y resultados logrados por las líneas de investigación abiertas, de manera que permitan descubrir los puntos que aún deben trabajarse. Y además es necesario llevar fuera de las fronteras del suroeste español los resultados conseguidos en este medio tan singular para contrastarlos con los recogidos por otras investigaciones en diferentes regiones españolas y europeas.


Artículo completo con fotografías (páginas de la revista) “Especial: La investigación en las dehesas españolas en los últimos 12 años.”

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