12 octubre 2010

Restauración de suelos después de incendios

visto en 20minutos.es

"No se puede pensar en política forestal sin tener en cuenta el suelo". Ésa es la advertencia que lanzan expertos nacionales e internacionales reunidos esta semana en Santiago de Compostela en las jornadas 'Fuegored', que organiza la red temática que estudia los efectos de los incendios forestales sobre los suelos.
Al respecto, la investigadora científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Montserrat Díaz —coordinadora del encuentro— aboga por la "lucha integral" contra los fuegos. Al término de la temporada estival, "se piensa siempre en las plantaciones, pero se olvida el suelo", resalta, en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, Montserrat Díaz alerta sobre el hecho de que la política anti incendios que se desarrolla en la actualidad, centrada en la prevención y en la extinción, olvida que "los daños no paran en la masa arbolada" que arde.
De hecho, la destrucción del suelo, "muchas veces" provoca "peores efectos", incide la investigadora, como el arrastre de la capa fértil y la "avalancha" de cenizas a los ríos y al litoral con la llegada de la época de lluvias.

Erosión de los montes
Esto trae consigo la consecuente erosión de los montes, que de unos años a otros pasan de exhibir árboles a matorrales, y después de la desaparición de estos, "aflora la roca", constata, y anima a "observar" muchas de las montañas gallegas en las que se produce esta sucesión de hechos.
Las circunstancias se agravan, según argumenta, en las zonas que han sufrido los incendios "más dañinos", los de alta intensidad, en pendientes elevadas próximas al río o al litoral.
Mientras la recuperación en áreas de baja incidencia —llanas y alejadas de la costa— puede durar entre uno y cinco años, la calificación de gravedad implica "de 30 a 50 años, o incluso no restaurase nunca".
Díaz pone como ejemplo reciente los dos mayores fuegos de este verano: el del municipio coruñés de Boiro y el de Laza, en el Macizo Central ourensano.

La importancia de la segunda fase
Así, y tras dibujar este estado de las cosas, en el que la investigación sobre recuperación de los suelos se encuentra "en pañales", la investigadora explica, en la misma entrevista a Europa Press, cuáles son las recomendaciones que hacen los especialistas.
Apuestan por seguir tres fases tras los incendios. En primer lugar, debe realizarse una evaluación pormenorizada de los perjuicios, seguida de la aplicación de medidas "inmediatas" y de la reforestación, que debe constituir el final del proceso.
El congreso que se celebra en la capital gallega busca "llamar la atención", precisamente, sobre la segunda de las etapas, que se concreta en la siembra de herbáceas o la colocación de paja seca a modo de acolchado —'mulching'—, como método para tratar de frenar el impacto de las lluvias.

Caso gallego
En Galicia, "hasta ahora, prácticamente no se hizo nada", lamenta la coordinadora de las jornadas, aunque reivindica que la Comunidad Autónoma está siendo "pionera" en el apartado de investigación.
También hace hincapié en el "gran avance" que supone haber sentado a la mesa a "los gestores", con la presencia de autoridades gallegas como el conselleiro de Medio Rural y los directores xerales de Montes y Conservación da Natureza, por ejemplo, en la inauguración de las jornadas, en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia.
En esta dirección, apunta la relevancia de contar con un foro de intercambio de conocimientos y pide una mayor comunicación entre ciencia y Administración, a través, ejemplifica, de un grupo de asesoramiento que especifique las pautas que deben seguir en cada caso los técnicos de Medio Rural. "Hay que establecer un protocolo", recalca.
Debido a las peculiaridades de la Comunidad gallega, en la que las lluvias no tardan en llegar y "se tiene 15 ó 30 días para actuar", tras el verano, Díaz urge acción por parte de los responsables y aplaude experiencias como la de Boiro, donde existe una experiencia piloto por la cual se está colocando paja sobre el suelo quemado


Trabajo de campo
'Fuegored' incluye una jornada de campo, así que los expertos que participan en el congreso se desplazarán a zonas como la montaña boirense y las de Pontevedra afectadas por los incendios de 2006 —donde también se aplicó el 'mulching'— para analizar los resultados.
"Habrá que comparar el comportamiento del suelo después de las últimas lluvias con los que no aplicaron acolchado", señala Montserrat Díaz, para terminar confiando en que, en la mesa redonda que clausurará el evento, los dirigentes "muestren buena disposición" para seguir avanzando en la restauración de los montes y, concretamente, en la recuperación de los suelos dañados tras los incendios.

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