La zona más afectada, que acumula la dos terceras partes de los daños, ha sido la comarca de Ayala y principalmente los municipios más próximos a Orduña, la ciudad donde se registró la máxima velocidad del viento, 228 kilómetros por hora, según los forestalistas.
En Vizcaya las zonas más afectadas han sido las comarcas de Las Encartaciones y Arratia-Nervión y en Guipúzcoa diversos municipios de Goierri, Tolosaldea, Debagoiena y Urola Kosta.
La Confederación de Forestalistas, a través de un comunicado, ha considerado urgente que se restablezca la accesibilidad a los montes y el rápido aprovechamiento de la madera derribada, ya que su permanencia en el monte puede ser causa de plagas y otros problemas fitosanitarios para los árboles que permanecen en pie.
Han recordado que esta "nueva catástrofe natural" se suma al huracán Klaus, que afectó el año pasado a los montes vascos y que sobre todo puso en el mercado una enorme cantidad de madera derribada por el huracán en Las Landas (Francia).
Todo ello ha llevado al sector a "una crisis sin precedentes" con una materia prima que se comercializa al mismo precio de mercado de hace dos décadas.
Ante este panorama, la Mesa Intersectorial de la Madera de Euskadi, que agrupa a todas las industrias relacionadas con el sector forestal, se ha comprometido a no bajar los precios de entrada de materia prima en fábrica con respecto a los que se pagaban antes del temporal, así como a colaborar en establecer medidas que eviten especulaciones a la baja con el precio de la madera derribada.
Los forestalistas consideran que, además, será preciso "establecer medidas complementarias para compensar a los propietarios por los daños sufridos y animarles en lo posible a volver a invertir para la reconstitución de la masa forestal destruida". EFE
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