05 agosto 2012

Las estrategias nutricionales mejoran el rendimiento de la cría de conejos

visto en agenciasinc.es

El estudio, realizado por el Grupo de Investigación de Producción Animal de la ETS de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), permite mejorar los rendimientos productivos y económicos de los cunicultores.

La base de la estrategia para controlar la Enteropatía Epizoótica del Conejo (ECC) está en diseñar dietas equilibradas que ayuden a controlar los niveles de toxinas y microorganismos patógenos en el intestino. Además, la investigación identifica otros factores de influencia como la edad del destete, y el entorno ambiental y materno de los gazapos.

Los síntomas de esta enfermedad, cuyos primeros brotes aparecieron en 1997, son pérdidas de peso, procesos inflamatorios, y diversos problemas digestivos, y aparecen con mayor frecuencia en conejos jóvenes, unas dos semanas después del destete.

A pesar de los esfuerzos en investigación, el agente causante de la EEC aún no ha sido identificado, aunque parece estar vinculada con el escaso desarrollo del sistema inmune a tan corta edad. Asimismo, puede haber un efecto del estrés producido por los cambios en la dieta y el entorno.

También se han identificado algunos microorganismos asociados, como Clostridium perfringens, Campylobacter spp. o Helicobacter spp., bacterias intestinales que se relacionan con la mortalidad por EEC.


Un enfermedad muy expandida

Desde su aparición, esta enfermedad se ha extendido ampliamente por toda Europa, y ha aumentado la mortalidad y la morbilidad, lo que disminuye la producción y el rendimiento de la cría de conejos. Esto se traduce en importantes pérdidas económicas.

La prohibición a nivel europeo del uso de antibióticos como promotores del crecimiento complica la situación. De ahí la relevancia del desarrollo de nuevas estrategias nutricionales que ayuden a controlar la incidencia de enfermedades animales emergentes.

El artículo, publicado en la revista Animal Feed Science and Technology, sintetiza los resultados obtenidos en varios estudios, y resume las bases para el diseño de dietas que permitan controlar los niveles de toxinas y microorganismos patógenos en el intestino como estrategia para controlar la EEC.

Según los investigadores, aspectos como el tipo y el nivel de fibra dietética son "fundamentales". Por un lado, un incremento en el nivel de fibra insoluble, acelera el tránsito digestivo y reduce la proliferación de microorganismos en el intestino. La fibra soluble, complementaria de la insoluble, reduce la abrasión de la mucosa intestinal causada por el flujo de nutrientes, ayudando a mantener su estructura y funcionalidad. A su vez disminuye el pH del contenido digestivo, lo que genera un entorno más hostil para la colonización del intestino por flora patógena.

Por otra parte, la utilización de fuentes energéticas y proteicas altamente digestibles permite controlar el flujo de nutrientes que llegan al ciego limitando así su utilización por los microorganismos patógenos para su crecimiento y proliferación.

El trabajo también destaca la importancia del nivel y el tipo de proteína aportada en la dieta, ya que afectan a la integridad, funcionalidad y respuesta inmune en el intestino de los animales en el periodo posterior al destete. "Aquí radica la importancia de encontrar un equilibrio en los componentes de la dieta con un nivel óptimo de fibra soluble e insoluble, que permita a su vez conseguir el aporte necesario del resto de nutrientes requeridos para los procesos productivos de síntesis", apuntan los científicos.

Otros factores de influencia son la edad del gazapo al destete y el entorno ambiental y materno. Alargar el periodo de lactancia implica una mejor adaptación de los gazapos al pienso sólido, incrementando su capacidad para digerir y absorber los componentes de la dieta. Factores ambientales como la limpieza y desinfección de granjas, influyen sobre la incidencia de la EEC. También el efecto camada ha resultado tener importancia sobre la viabilidad de los animales.

Futuras investigaciones, como las que ahora están en curso en el Grupo de Investigación de Producción Animal, aportarán más datos sobre las causas de esta enfermedad. Mientras tanto, la aplicación de estrategias adecuadas en nutrición y manejo como las descritas en este trabajo, contribuye a controlar su incidencia y a mejorar los rendimientos productivos y económicos de los cunicultores.

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