12 enero 2009

La selvicultura acepta el desafío del cambio climático

fuente: FAO

5 de diciembre de 2008, Poznàn
– Para garantizar que los bosques gestionados de forma sostenible juegan un papel fundamental en la mitigación de los efectos negativos del cambio climático, 14 organizaciones internacionales reunidas en la denominada Asociación de Colaboración en materia de Bosques (ACB) están lanzando conjuntamente un nuevo marco estratégico, según informó hoy la FAO

Los bosques abarcan casi una tercera parte de la superficie terrestre del planeta y representan casi la mitad de sus reservas de carbono terrestre. Según la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO, se calcula que la cantidad total de carbono en los bosques era de 633 giga toneladas en 2005 – equivalente a 160 toneladas de carbono por hectárea.

La deforestación, la degradación de los bosques y otros cambios que éstos experimentan, contribuyen significativamente (un 17,4 por ciento) a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), fundamentalmente en los países tropicales en desarrollo. La mayor parte de la deforestación se debe a la expansión agrícola y al desarrollo urbano y de infraestructuras.



La gestión forestal es la clave

“La gestión sostenible de los bosques desempeña un papel estratégico importante para conseguir la mitigación del cambio climático a largo plazo y proporciona un marco sólido para una adaptación efectiva. Esto va más allá de la gestión tradicional e incluye la conservación de la diversidad biológica, el apoyo a los medios de subsistencia, el suministro de una gama de bienes y servicios forestales, y aspectos relacionados con la administración y financiación”, afirma Jan Heino, Presidente de la ACB y Director General Adjunto de la FAO al frente del Departamento Forestal.

Los bosques contribuyen notablemente a la mitigación del cambio climático a través de la absorción, sustitución y conservación de carbono. Hasta qué punto lo consiguen depende de su gestión y de la efectividad de las políticas a nivel local, nacional y mundial.

La madera es un recurso renovable y, cuando se obtiene de bosques gestionados de forma sostenible, resulta un material eficaz para almacenar carbono. Aunque la extracción de madera reduce temporalmente el almacenamiento de carbono en el bosque, una gran parte del carbono extraído puede almacenarse en productos madereros durante muchas décadas. Cuando la madera se utiliza en productos de larga duración como viviendas y muebles, la disminución de los gases de efecto invernadero es considerable en comparación con otros sustitutos más dependientes del carbono y la energía como el hormigón, el acero, el aluminio y los plásticos.

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