25 noviembre 2012

Aragón obtiene el certificado de gestión forestal sostenible

Con la finalidad de promover la gestión forestal sostenible, la Dirección General de Gestión Forestal del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente apostó por implantar en la Comunidad Autónoma de Aragón la certificación forestal basándose en el sistema PEFC.

La Certificación Forestal PEFC es una iniciativa voluntaria del sector forestal que a través del logo PEFC certifica y demuestra al consumidor que un determinado producto proviene de un bosque gestionado de manera responsable y sostenible con el medio ambiente.

PEFC España cuenta con un Sistema Español de Certificación Forestal que se compone del documento técnico español y unas Normas UNE de Gestión Forestal Sostenible, documentos que desarrollan los requisitos de obligado cumplimiento, que debe articular la gestión de las masas forestales para obtener la certificación forestal PEFC.

De las diferentes modalidades de certificación que permite PEFC España, se ha decidido implantar en la Comunidad Autónoma de Aragón la modalidad regional ya que permite la agrupación en una sola entidad de todo propietario y/o gestor de montes interesado de manera voluntaria en el proceso de certificación y que cuente con un plan de gestión vigente, y a su vez, facilita a la Administración forestal promover y financiar su implantación.

Esta modalidad requiere la existencia de una entidad legal que ejerza de Entidad Solicitante Regional y agrupe a todo interesado en certificar su monte. Con ese fin se creó en 2011 la Entidad Aragonesa Solicitante de la Certificación Forestal (ARACERT) fundada por el Gobierno de Aragón, junto con la Mancomunidad Forestal de Ansó - Fago y la Asociación Forestal Aragonesa de manera que quede representado en la asociación el propietario público y privado.

Para comenzar el proceso de certificación, la entidad solicitante debe contar con un sistema de gestión forestal que se compone de referente técnico regional y unos procedimientos de control de la misma realizada por los adscritos así como así otra documentación asociada. Durante este tiempo se ha trabajado en la implantación de este sistema y se han recibido las solicitudes de adhesión del Grupo de Montes Ordenados de Ansó–Fago y Talamantes.

La certificación de la gestión forestal se acredita mediante un certificado que emite una entidad certificadora independiente tras superar un proceso de auditoría o control que verifica la adecuada y correcta gestión mediante la revisión de la documentación exigida (referente técnico regional y procedimiento de control), así como un muestreo sobre los planes de gestión de los adscritos tanto del documento como de su implantación en el monte.

El pasado mes de octubre la entidad certificadora AENOR llevó a cabo el proceso de auditoría inicial a la Entidad Aragonesa Solicitante de la Certificación durante la cual se revisó su sistema de gestión forestal así como su correcta implantación y funcionamiento. De la misma manera, AENOR realizó una visita de campo al Grupo de Montes Ordenados Ansó–Fago para su evaluación como muestra representativa de los montes adheridos.

Resultado de esta auditoría inicial, AENOR ha emitido a la Entidad Aragonesa Solicitante de la Certificación Forestal el certificado de conformidad de la gestión forestal sostenible otorgado con número PEFC / 14-21-00002-AEN y en el que se encuentran incluidas mas de 25.100 hectáreas.

A partir de este momento, todos los productos que se obtengan de los aprovechamientos que se realicen en los montes de Talamantes así como del Grupo de montes ordenados de Ansó–Fago serán ya productos certificados, es decir, que provienen de montes gestionados de manera sostenible.

En la actualidad se continúa trabajando en ampliar las masas forestales certificadas, concretamente los esfuerzos se están destinando a la certificación de choperas del Gobierno de Aragón y a diferentes montes privados.

La implantación de la certificación de la gestión forestal sostenible presenta importantes ventajas, tanto desde el punto de vista ambiental como económico y social. Concretamente es una herramienta que garantiza todavía con mayor ímpetu la pervivencia en óptimas condiciones de los bosques, ya que cuenta con un mecanismo de control sobre la procedencia y aprovechamiento de la madera que se consume. Por otro lado, el propietario obtiene un mayor valor añadido de sus productos, le permite ampliar el ámbito de comercialización de los mismos, facilitando el acceso a nuevos mercados. Asímismo, la industria fortalece su imagen y su compromiso con el medio ambiente, mejorando los canales de venta y asegurando y ampliando mercados que cada día demandan más productos certificados.

Finalmente, el consumidor tiene la garantía de un producto procedente de bosques gestionados de forma sostenible y contribuye mediante su adquisición en la sostenibilidad de los mismos.

Fuente: Aragón Hoy

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