22 mayo 2013

El desmán (Galemys pyrenaicus)

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RUTH PILAR ESPINOSA ABC.es
Desmán. Aunque suena más a «estropicio» que a «mamífero insectívoro», este inconfundible animal experimenta una profunda regresión en la Península Ibérica (de donde es endémico), tanto a nivel de densidad de población como de ocupación de hábitats. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo cataloga como «Vulnerable» dentro de su Lista Roja.

El área de distribución del desmán ibérico en España se limita a siete áreas aisladas entre sí en los últimos años. Solo tres de ellas mantienen núcleos con buenas perspectivas de futuro: Arco Atlántico, Sistema Ibérico septentrional y Pirineos. En el resto, los ejemplares de Galemys pyrenaicus, prácticamente, han desaparecido: Pasillo Vasco, Sistema Ibérico meridional, Meseta y Sistema Central.

«Queremos que la gente conozca la existencia del desmán ibérico -un taxón faunístico olvidado por su dificultad de observación dado su comportamiento principalmente nocturno- y su función como indicador biológico de la calidad de los recursos hídricos, ya que escoge para vivir arroyos montañosos de aguas limpias y oxigenadas», señala Roberto Rubio, coordinador del Proyecto Life+ Desmania.

«El tamaño total de la población de desmán ibérico se desconoce en la actualidad debido a la falta de recursos técnicos y económicos para realizar una estimación. Aunque se sabe que su presencia es más abundante en las regiones atlánticas que en las mediterráneas, debido a las sequías estivales que sufren estas últimas», explica Rubio.

El Proyecto Life+ Desmania quiere elaborar un censo y conocer a fondo la biología del desmán (mediante radio telemetría y análisis genéticos, por ejemplo) para determinar las acciones concretas para su conservación.

Anular su principal amenaza, el introducido visón americano, mediante la instalación de trampas, constituye otro de los objetivos del Programa, que cofinancia la Unión Europea. El control sobre depredadores invasores que se practique beneficiará al desmán y a casi cincuenta especies autóctonas más.

Problemas con el agua

La actividad minera desarrollada en la vertiente meridional de la cordillera cantábrica ha incorporado a los cauces de los ríos escurrimientos de líquidos ricos en metales pesados que han entrado en la cadena trófica a través de los invertebrados (insectos, moluscos, anélidos) de los que se alimentan entre otros, los desmanes.

La afluencia de turistas hacia los destinos urbanos de montaña, sobre todo durante la época estival, incrementa el volumen de vertidos a los ríos, «insuficientemente depurados».

La extracción de agua por parte de las explotaciones ganaderas y agrarias, así como su embalsamiento (para su consumo o generación de electricidad), están vertebrando el hábitat del desmán.

«Las presas actúan como barreras, impidiendo la recolonización de los supervivientes de otros puntos de la cuenca. Además, el desmán no puede sobrevivir en la lámina formada aguas arriba por su excesiva profundidad y su falta de circulación», manifiesta Rubio.

Resolviendo hándicaps

El Proyecto Life+ Desmania promoverá la restauración de los bosques aluviales y de ribera; la continuidad longitudinal y transversal de los ríos y la implicación ciudadana para aumentar el número de desmanes y del conjunto de grupos faunísticos que comparten ecosistema con él: lavanderas, oropéndolas, mirlos, nutrias, musgaños, etc.

En el Programa, que echó a andar en junio de 2012 y finalizará en noviembre de 2016, trabajan el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad, las Juntas de Castilla y León y Andalucía, La Fundación Cesefor, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Sociedad Pública de Medio Ambiente de Castilla y León y Tragsatec.

El valor añadido complementario a la salvaguarda del desmán ibérico, pese a que no se le puede considerar una «especie paraguas», se vincula con el auge que la biodiversidad ejercerá sobre la pesca deportiva y demás actividades recreativas relacionadas con los ríos; la gestión forestal sostenible (la venta de madera para combustible de chopos, alamedas, alisedas, olmedos, p.ej.); o la restauración de las demarcaciones que han sufrido incendios o la erosión de las obras públicas.

Fuente: ABC.es



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