10 agosto 2012

La Junta de Andalucía da luz verde al plan de caza de Los Alcornocales

visto en cesefor.com
Fuente: diariodecadiz.es

La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha dado hoy (09/098/2012) luz verde al Plan del Área Cinegética de los Alcornocales cuyo principal objetivo es dotar a la zona de una ordenación más racional de los recursos. Por este documento se deberán regir a partir de ahora los Planes Técnicos de Caza de los cotos comprendidos en este espacio.

La publicación de la Orden  firmada por el consejero, Luis Planas, es el último paso de una tramitación con un amplio proceso de participación. El grupo de trabajo de la Junta ha estado en estrecha colaboración con titulares y gestores cinegéticos. En este sentido, el documento ha sido analizado por la Junta Rectora de Los Alcornocales, por el Comité de Caza del Consejo Andaluz de Biodiversidad y, por último, fue sometido a exposición pública.

El plan tiene como objetivo una ordenación más racional de estos recursos y su duración se ha establecido en diez años, aunque puede ser revisado a los cinco. La normativa de caza en Andalucía propone la realización de estos planes por Áreas Cinegéticas, es decir, por territorios caracterizados por una homogeneidad ambiental, una unidad coherente de gestión en la que se puede desarrollar un patrón común de principios rectores y actuaciones para la ordenación de la caza.

El Área Cinegética de los Alcornocales incluye los montes del Parque Natural que le da nombre y aglutina fundamentalmente cotos de caza mayor. Su amplia extensión supone el 2,3% del territorio andaluz, con 199.096 hectáreas en las que se ubican 179 cotos y una Reserva Andaluza de Caza, la de Cortes de la Frontera, en la provincia de Málaga. La mayor parte de los terrenos son privados y el 21,1% públicos, principalmente de titularidad municipal. Por provincias, el 93,8% del Área (186.790 hectáreas) se localiza en la de Cádiz y el 6,2% restante, en Málaga.

En cuanto al número de ejemplares que se caza, la especie de caza mayor más importante del área es el ciervo, seguida del gamo, muflón, corzo y cabra montés. En caza menor, mucho menos abundante en esta zona que la anterior, destacan los zorzales, palomas, conejo, perdiz y tórtola; el plan pone el acento en recuperar las poblaciones de perdiz roja y conejo de monte a través de medidas como la mejora del hábitat.

Pero más allá de las cifras de piezas cazadas, sin duda el corzo es la especie estrella de esta zona. Este animal, que alcanza aquí el límite más meridional de su distribución, es una autentica joya ecológica, vinculada a los bosques de quejigos y a los famosos ‘canutos’ de los alcornocales. Recientemente se ha conseguido que se reconozca los trofeos de esta especie como diferenciados de los del resto de España, lo que confiere un especial valor como pieza cinegética, de enorme interés como motor de desarrollo socioeconómico. De ahí que el Plan se marque como meta su fomento.

Uno de los objetivos del Plan es la erradicación del cochino asilvestrado (que perjudica a cultivos, repoblaciones, regeneración y fauna y origina riesgos sanitarios) y el reestablecimiento de la población de jabalí cuando se den las condiciones adecuadas. El documento también ordena el control de daños producidos por zorros, ciervos (a cultivos, repoblaciones y regeneración) y conejos (daños a los cultivos).

Los principales objetivos marcados en el Plan –además de los ya mencionados para fomentar el corzo, poblaciones de caza menor o erradicar el cochino asilvestrado- consisten en simplificar y facilitar los trámites de la actividad cinegética en los cotos, fomentar el desarrollo económico en el ámbito rural y la participación de los cazadores locales en la actividad cinegética, sectorizar unidades de gestión según su variedad y riqueza cinegética, sus problemas o desequilibrios biológicos o sociales y las posibilidades y expectativas del sector de los cazadores.

A estas metas se unen las de determinar la potencialidad relativa del territorio para diferentes especies cinegéticas, conseguir un equilibrio real entre la vegetación natural y las especies de caza mayor, garantizar a medio y largo plazo la compatibilidad entre la actividad cinegética y la conservación de los ecosistemas forestales y los otros usos existentes y determinar las medidas de gestión para el control de las poblaciones de reciente aparición de ungulados (autóctonos y alóctonos), ahora en expansión.

Asimismo, se pretende facilitar a los gestores y cazadores la consecución de estos objetivos mediante una oferta amplia de modalidades y posibilidades de gestión y definir y ubicar las diferentes actuaciones de mejoras con el objeto de que sean eficaces y rentables.

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